Elegir la mejor residencia de ancianos es una decisión difícil. A menudo las familias se plantean si la persona estará bien atendida, si podrá recibir visitas, cómo se adaptará al cambio…
Las residencias para mayores son una opción cada vez más demandada para garantizar las atenciones que las personas requieren cuando llegan a una edad avanzada, con el deterioro habitual en la etapa de la vejez, produciéndose cambios fisiológicos y cambios en la salud.
Sabemos que buscas lo mejor para ese familiar del que, tratándose de personas dependientes, ya no puedes ocuparte. Quieres que esté bien cuidado y pase la última etapa de su vida de la mejor forma posible. ¡Se lo ha ganado: se merece lo mejor!
Por eso, enumeramos diez consejos para ayudarte a encontrar la mejor residencia de ancianos:
1. ¿Dónde está ubicada la mejor residencia de ancianos?
Algunas personas eligen llevar a sus mayores a centros gerontológicos ubicados en el ámbito urbano, mientras que otras prefieren el medio rural. Sin embargo, no hay un solo criterio para responder a esta pregunta, sino que debe ser una combinación de varios factores.
En primer lugar hay que tener en cuenta la situación de la residencia para personas mayores con respecto al lugar donde viven sus familiares. Las comunicaciones que existen entre estos dos puntos y las conexiones de transporte público que hay para poder ir a visitarles cuando no se dispone de vehículo propio.
En segundo lugar, debemos valorar el estado de la zona en el que se ubica el edificio. Si está cerca del centro, si el barrio es agradable y las comunicaciones que existen cuando la persona es válida para poder salir del recinto por sí misma.
La mejor residencia de ancianos está situada en un entorno que sea agradable para la persona mayor y accesible para sus familiares, favoreciendo su adaptación a un entorno conocido o no muy alejado del lugar donde ha vivido o desarrollado actividades en alguna etapa de su vida.
2. El estado de salud de las personas mayores
El grado de dependencia que cada persona mayor necesita es un factor clave a la hora de elegir sus cuidados. Se establecen tres tipos de residencias, en función del grado de dependencia:
La primera sería la residencia para personas válidas, que son aquellas con autonomía propia que pueden realizar la mayoría de las cosas por sí mismas, como asearse, vestirse, pasear, etc.
El segundo caso son las residencias para personas asistidas, centradas específicamente en la atención a personas con diferentes discapacidades o enfermedades físicas o psíquicas.
En tercer y último lugar están las residencias mixtas, que son las más habituales. En ellas conviven personas válidas y asistidas, con diferentes grados de dependencia. Los profesionales se ocupan de cada usuario en función de sus necesidades.
3. Instalaciones de una residencia de ancianos
Informarse de las instalaciones de una residencia es conocer el lugar donde el familiar va a vivir. Así comprobaremos las comodidades con las que contará. La primera cuestión a resolver es el número de plazas que tiene el lugar. En relación con esta cuestión, recomendamos que averigües si suele haber plazas disponibles o debes apuntarte en una lista de espera.
Otra pregunta habitual es si la persona estará en una habitación individual o compartida. Conoce los espacios comunes, como el comedor, la sala de estar, la sala de rehabilitación, sala de terapia y su distribución en el edificio.
Consulta si el centro tiene diferentes zonas en función del nivel de dependencia.
Un punto extra se llevan las residencias con zonas exteriores, como un jardín. Estos espacios hacen más agradable la estancia, guardando la seguridad al poder pasear dentro del recinto
Si el edificio tiene varias plantas, se puede conocer el grado de accesibilidad de unas estancias a otras. Cómo son las escaleras, dónde hay instaladas barandillas o cuántos ascensores existen para su uso diario.
Se puede también valorar si entre las instalaciones hay aparcamiento. Así, cuando se acuda a visitar al familiar no perderás tiempo en buscar un hueco en la calle y podrás dedicar todos los minutos a estar con él/ella.
4. Servicios que ofrece un centro gerontológico
El centro donde tu familiar va a vivir tendrá una serie de servicios adicionales que también debes tener en cuenta. La mejor residencia de ancianos no es la que más cosas ofrece, sino la que las desarrolla de la forma más personalizada.
Por eso, consulta si disponen de personal para terapia ocupacional, fisioterapia, trabajo social…
También debes fijarte en la atención sanitaria que se presta en el lugar: dónde se realiza la atención médica, con qué periodicidad realiza las visitas el especialista y de qué se encarga el personal de enfermería. Este tipo de dudas ayudarán a conocer la calidad de vida que tendrán los residentes.
5. Los horarios del centro
En relación a los tiempos, hay que tener en cuenta que unos horarios afectan a la organización interna y, en consecuencia, a los residentes que habitan en ella; mientras que otros afectan a las visitas que acuden de fuera.
Por ello, tened claro cuáles son los horarios de visitas y qué tipo de regalos podéis llevarles cuando acudáis.
También debéis preguntar en el centro gerontológico a qué horas se realizan las principales comidas del día, así como otras actividades lúdicas y sanitarias, con el fin de no interferir en las mismas. A las personas mayores, la rutina les ayuda a mantenerse en un mejor estado de salud.
6. La alimentación en las personas mayores
¿Quién elabora los menús de la residencia para personas mayores? Lo ideal es que cuenten con una persona especializada en nutrición. De esta manera aseguráis que los menús son variados y la dieta equilibrada. La alimentación en las personas mayores es fundamental para mantener un buen estado físico.
Infórmate si el centro cuenta con instalación de cocina con su propio personal o se trata de un servicio de catering.
Los especialistas en nutrición también se encargan de adaptar ese menú a las necesidades de cada persona teniendo en cuenta si hay intolerancias, alergias o recomendaciones médicas concretas para cada usuario. En definitiva, una alimentación saludable garantizada en cualquier dieta.
7. Equipo multidisciplinar
Para saber si estamos ante la mejor residencia de personas mayores debemos conocer el equipo humano con el que ésta cuenta. Un equipo multidisciplinar que abarque desde el personal sanitario y de atención directa, hasta la importancia del personal de servicios.
Todo en su conjunto garantizará el buen funcionamiento.
8. Contacto familiar
Hemos citado el tema de los horarios de visitas, pero a veces los familiares se encuentran lejos o no pueden acudir con la frecuencia que les gustaría. ¿Qué otro contacto se puede mantener con un residente? Pregunta por la frecuencia de llamadas, la opción de verle en vídeollamada en alguna ocasión o la posibilidad de que reciba correo postal para que te siga sintiendo cerca cuando estás lejos.
9. La página web
Internet se ha convertido en un gran aliado para solucionar nuestras dudas. Si tienes echado el ojo a alguna residencia para personas mayores de la que te han hablado bien o tienes buenas referencias, mira su presencia en Internet, donde podrás ver fotos de las instalaciones o ampliar información sobre los servicios que ofrece a sus usuarios.
Si la empresa tiene página web y/o redes sociales, significa que está en constante evolución. Confiar en un lugar donde trabajan para no quedarse a atrás y adaptarse a los nuevos tiempos es también una señal de si estamos ante la mejor residencia para ancianos.
10. Acude a la residencia para ancianos
Tras todos estos consejos, no dudes en llamar a la residencia de ancianos que has elegido para concertar una cita y visitarla. Así podrás comprobar en primera persona todos los aspectos antes mencionados. Además, seguro que durante la visita te surgen otras dudas que el personal del centro gerontológico estará encantado de resolverte.